Al llegar los días de fieles difuntos en Yucatán, se cree que durante la noche, las ánimas o pixanes, como se les conoce en lengua maya, salen del cementerio para iniciar su recorrido en el mundo de los vivos, hasta llegar al lugar donde en vida habitaron.
A su paso, las ánimas van recogiendo los alimentos (pibes, pan de elote o dulces) y bebidas (agua o chocolate) que se les ofrece en las casas que se encuentran en su camino. En las puertas de las casas también se colocan velas para iluminar el camino de las almas. La procesión de ánimas da inicio al Hanal Pixán.
Durante estos días, la creencia señala que no es recomendable caminar por las calles en las noches, porque encontrarse con la procesión de animas puede tener consecuencias fatídicas. Tampoco se deben hacer fiestas, porque podrían asustar a las ánimas que están de visita, así como atraer espíritus malos.
Tradición Yucateca
En los poblados de Yucatán, la gente sale a representar la procesión de animas, iniciando un recorrido desde el cementerio a lo largo de las calles del pueblo. Las personas en esta procesión llevan velas, para acompañar a las ánimas en su andar.
La ciudad de Mérida ofrece una representación multitudinaria de esta procesión de ánimas, que sale del Cementerio General (ubicando en el centro de la ciudad) hasta el parque de San Juan.
Última actualización: 22 de octubre de 2017.